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TOCA LEVANTARSE

La contra crónica del CE Sabadell 1-0 Real Mallorca

Dice un conocido proverbio ruso que “caer está permitido, no levantarse prohibido”. Dijo una vez Caparrós, como técnico bermellón que te caes y te levantas, te caes y te levantas, te vuelves a caer y te vuelves a levantar.

Valgan estos dos símiles para expresar mi confianza en el equipo mallorquinista, cuerpo técnico incluido.

Además, cabe añadir que los rivales no andan muy lucidos, si bien es verdad que el Almería puede tener un repunte emocional con el cambio de entrenador, una especie de energía emocional que tape las lagunas que demuestra últimamente su juego.

 Quedan seis jornadas, dieciocho puntos en juego, la ventaja como ya es sabida es de seis puntos, por lo tanto, por cada victoria bermellona el Almería tiene que ganar dos partidos, ¡sí!, dos partidos, a mí me parece un abismo insalvable para los andaluces.

El problema del Mallorca es de futbol, de juego, de calidad en el último pase, en el último regate, de acierto, en definitiva.  En las diez últimas jornadas se ha dejado más puntos de los que ha ganado (16 por 14) y menos mal de la rentabilidad goleadora del equipo, con siete goles hemos alcanzado la cifra de puntos anteriormente citada.

Además de la fluidez, de la fiabilidad, de la seguridad se han perdido esas cosas intangibles que forman parte del juego y que siempre favorecían al Mallorca, la moneda caía cara una y otra vez, una especie de suerte, de magia que se ha esfumado. Que nadie me entienda mal, la suerte era siempre trabajada, merecida desde el pundonor de un equipo que no paraba de correr, de implicarse y de vez en cuando lo acompañaba de buen juego, hasta que llego el día que hizo del buen juego una costumbre.  Y es que donde antes había un gol ahora hay un tiro fuera, donde antes había un despeje ahora llega primero el rival, donde antes aparecía Reina ahora está la red… hasta los árbitros nos han abandonado.

La derrota del lunes fue un guion calcado a la de Castellón. Para cuando el Mallorca perdía ya merecía ganar, como hubiera cambiado el panorama con el 0-1 en ambos partidos, pero eso es ciencia ficción, lo cierto es que los rivales se pusieron por delante y ya no hubo manera de marcar. Ayer el juego fue peor, en Castellón se fue perdiendo brillo conforme avanzaba el partido, sobre todo en la segunda parte. El lunes el brillo se acabó a los 12 minutos, tras el 1-0 y con él se podía haber puesto fin al partido.

Y el brillo dejo paso a la ansiedad, ansiedad, esa nueva enemiga mallorquinista que resulto más dañina que el cerrojazo de los catalanes. Ansiedad que afloro con el inesperado gol en contra y seguro que ese golpe llevo a los jugadores al recuerdo de Castellón. Se intentó, eso es indudable, pero sin acierto, sin apenas peligro más allá de los minutos iniciales, con demasiada lentitud.

Se intentó más por dentro que por fuera, cuando creo que la solución estaba en la amplitud. Aun me pregunto que hizo mal Cufre para ser sustituido tan pronto. Bien Febas, insulsos Sastre y Olivan, desconocido Valjent, despistado Raillo, lento Sevilla, pundonor sin premio de Dani, irreconocible Amath, Mollejo desaprovechado en la izquierda en los minutos finales, impreciso Gámez, poco explotado Mboula, sin tiempo Abdón, demasiado tiempo Álvaro, Reina sin ser decisivo. Y qué curioso el futbol, reaparece Galarreta y caen las derrotas y encima se fue lesionado, espero por el bien del equipo que no sea nada. (la magia, la suerte nos abandona)

 Las caras de los jugadores reflejaban una cierta desesperación y es que la capacidad mental de un equipo es más importante que su juego y quizás los jugadores ven ahora tan cerca el objetivo por el que tanto han luchado que quieren que los minutos sean horas, las horas días, los días semanas… Habrá que tener calma y reflexionar para caer en la cuenta que la situación es privilegiada a pesar de estas dos últimas derrotas, se veía muy cerca el horizonte del ascenso con un Almería a +8 y pendientes de rendir visitas a Castalia y la Nova Creu Alta . En definitiva, dos derrotas inesperadas que nos darán una cura de realidad, no de humildad, este grupo no es el típico equipo que va de sobrado, no, no es eso, realidad si, realidad de saber que las cosas cuestan, que el Mallorca está aquí por méritos propios, por trabajo, por la fuerza de un grupo que ha superado las expectativas creadas…Ven cerca el objetivo y es normal querer alcanzarlo cuanto antes. El partido contra el Mirandés del sábado es fundamental, ganar, no hay otra. El factor mental es ahora crucial, futbol hay, implicación también. Importante volver a sentir sensaciones, las mismas sensaciones que transmitía el equipo cuando jugaba con la alegría y la energía que daba lo que quedaba por conquistar y lo mucho que había por ganar y olvidarse del miedo que da pensando en lo que se puede perder. ¡Se buscan valientes¡


Rubén Sarrión.

Rubén Sarrión.

Entrenador nacional de futbol desde el año 2012 (Nivel 3)

En los banquillos desde 1994 y en la actualidad entrenador del CDA Llubí de Regional Preferente.

Analista de Radio Esport en Radio Balear.

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