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¿FORMACIÓN O COMPETICIÓN? ESE GRAN DILEMA.

 

La federaciones de fútbol tiene la normativa de que todos los niños, jugadores/as deben de jugar un mínimo de dos cuartos. Esta norma  se creó en un principio para que todos los niños en edad formativa pudieran jugar en una igualdad de condiciones, ya que, por lo visto, en el pasado esta norma no existía, y había algunos entrenadores que se aprovechaban y hacían barbaridades con los jugadores que apenas salían a jugar por el mero hecho de ir a ganar o por el siempre hecho de ser más flojos que el resto de sus compañeros (técnicamente, físicamente y tácticamente) creo que fue una decisión muy acertada en su momento. Pero como todo en la vida tiene su cara y su cruz. Un gran dilema en la sociedad del deporte, por eso os planteo las siguientes preguntas, a los padres, entrenadores y directivos de los clubes:

 

¿Deberían de jugar el mismo tiempo todos los niños que practican un deporte colectivo de equipo?

¿La igualdad ha de ser equitativa tanto en los minutos como en el esfuerzo?

¿Es justo que juegue el mismo tiempo un niño que no demuestra interés como el que sí?

Si no hay compromiso, ni interés en aprender, y se falta con frecuencia a los entrenamientos, y tan solo se viene a pasar el rato, ¿se merecen jugar el mismo período de tiempo?

 

Se ha tratado de averiguar por parte de los entrenadores cuál es el verdadero motivo o circunstancia  porque ese niño no presta la debida atención, si es por falta de interés o si realmente hay otros factores externos que le puedan influir. O quizás hay otras circunstancias que desconocemos ya que los niños  son los herederos de las circunstancias sociales que les rodean: Nivel cultural, económico, familiar, etcétera.

 ¿Tal vez, se ha perdido la cultura del esfuerzo en los más jóvenes?

Los padres en este caso son el reflejo de sus hijos. Su espejo, y su modelo a seguir.

¿Por qué algunos de los jóvenes han perdido el interés por todo, y se han convertido en la generación de la ley del mínimo esfuerzo? Será quizá porque los adultos se lo hemos dado todo hecho. ¿Le hacemos un bien no exigiéndoles el luchar por las cosas?

Valores que por desgracia se han perdido o tal vez se han dejado  olvidado en un cajón bajo llave. Recuperemos esos valores, si no, los estamos condenando al fracaso, tanto a nivel escolar, como a nivel deportivo, como a nivel social…

 

Entonces les haría la siguiente pregunta a los dirigentes de los clubes de fútbol base: ¿Qué son un club Deportivo, un club Recreativo o un club Social?

Una reflexión que deberían hacer, los clubes, padres y entrenadores.  ¿Nos llenamos la boca de justicia, o quizá lo que realmente interesa al fin y al cabo son la mayor cantidad de cuotas posibles? No se puede contentar a todo el mundo. Un dilema que está en nuestra sociedad. Concretamente en este caso en el mundo del fútbol. ¿Qué es lo correcto? Una delgada línea roja entre lo justo, y lo correcto. Está muy bien que juegue todo el mundo, y eso es fantástico, y aún más a según que edades. Pero por otro lado no es injusto que los niños que sí se esfuerzan cedan esos minutos a otros que no, y con ello corten su progresión personal.

¿Debería haber competiciones a según qué edades, o tan solo debería ser una parte formativa? La federación se debería replantearse seriamente esta pregunta. Ya que, por culpa de esto, hay un gran dilema entre los padres y entrenadores de los clubes.


Bernardo Pascual Lladó

Bernardo Pascual Lladó: Militó como categorías inferiores del ya desaparecido Virgen de Lluc, y  como técnico he entrenado diferentes categorías en los clubes:

Virgen de Lluc, Rtvo. La Victoria, Atco. Rafal, La Salle y Pla de Na Tesa

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