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EL MALLORCA SIEMPRE VUELVE

Eran las 21:00h cuando el arbitro Iglesias Villanueva señalaba el final del partido que disputaban el Cartagena y el Almería. El Real Mallorca regresaba a Primera División 310 días después de consumarse el descenso a la Segunda División.

Aún recuerdo cuando se consumó el descenso hace casi un año, las imágenes de los jugadores llorando desolados y un entrenador, Vicente Moreno, que se marchaba al Espanyol. Los pericos se convirtieron en el rival a batir en una temporada donde la mayor parte de esta se ha vivido sin público en los estadios y todo era más atípico.  Ellos tenían más presupuesto y más presión, además, se habían llevado a Vicente Moreno… quien hasta el año pasado era una eminencia para el mallorquinismo por una trayectoria en el club que allí está y un entrenador que se había ganado el corazón del aficionado que mayoritariamente lo aclamaba. Nada se había visto desde la marcha de Héctor Cúper.

Tras la marcha del entrenador valenciano, comenzaron a salir algunos nombres sobre la mesa de Pablo Ortells, primero salió el del míster del Rayo, Andoni Iraola, pero… no fue el elegido… En este caso, se le encargó pilotar la nave mallorquinista a un madrileño, que venía de entrenar en Arabia y en China…. Pero que había entrenado en el Getafe, Elche y Levante… Era Don Luis García Plaza, un míster que, con su buen trato con los medios, su simpatía y una proximidad tremenda a través de las redes sociales. Además, ha sabido inculcarles a los jugadores aquello de que “Todos son importantes y con el compromiso que demuestren podrán ganarse el derecho a jugar”. Así fue todos los jugadores, han tenido un papel importante en esta temporada donde Reina ha cogido los galones de capitán del equipo escoltado por los “ocho” supervivientes de la temporada en Segunda B y a los que hay sumar aquellos que ya estaban en el club cuando se produjo el último ascenso a Primera. Ellos han formado un grupo no de jugadores sino también de personas, que tienen unos valores que hoy en día casi brillan por su ausencia dentro del mundo del futbol y esos valores son muy apreciados por los aficionados mallorquinistas. Ellos han elegido a su gran líder espiritual del equipo: Abdón Prats, quien con su coraje sobre el verde y su compromiso con el club de “Sa Roqueta” se ha ganado el corazón del mallorquinismo. También han aparecido jugadores que han estado brillantes, no me olvido de la elegancia personificada en Bryan Oliván o los mordiscos de la “Pantera” Amath que en pocos partidos se fueron adueañando de un puesto en el verde.

No nos olvidemos que con esta propiedad hemos tenido un lustro importante para el Mallorca, aunque los inicios fueron muy duros, aquel descenso a Segunda B en Anduva fue un golpe que nos costó mucho recuperarnos, después tras recorrer los campos de Segunda B… incluida demostramos quien manda en Palma y además, el club volvió al futbol profesional en Miranda de Ebro, el curso siguiente volvió a dar el salto de categoría en aquella noche de San Juan en la que Abdón se coronó como líder del Mallorca y dejó muy tocado al Deportivo de la Coruña; el año pasado con muchos errores en la planificación deportiva se descendió y este año… ¡Volvemos a Primera División!.

Por otra parte, las redes sociales se convertían en una especie de submundo donde la gran tarea del equipo de comunicación del Real Mallorca se esforzaba al máximo para que tanto los aficionados mallorquinistas como los propios miembros del club estuvieran en contacto de forma constante. En este sentido, no cabe otra que felicitar al equipo que dirige Albert Salas junto a Luis Seoane y Dani Barjacoba. Las redes eran como el termómetro del mallorquinismo y si el equipo había perdido ¡Había nervios! Porque algunos eran capaces de insultar a los jugadores y otros pedir destituciones de entrenadores e incluso criticar sin ningún tipo de miramiento al club.

Por último, este ascenso se comenzó a gestar tras el descalabro de Fuenlabrada donde el equipo se unió más si cabe y como dice Joan Sastre “Se volvió a formar una pequeña gran revolución” somos el Real Mallorca… y simplemente, hay que comprenderlo. Señores, quedan tres partidos, hay que sumar los nueve puntos que quedan y… después ya veremos que nos depara el futuro.

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