Fundador del Mallorca

ADOLFO VAZQUEZ HUMASQUÉ: EL PADRE DEL REAL MALLORCA


Archivo: Real Mallorca.

Muchas veces para entender nuestro presente tenemos que conocer nuestro pasado, aprovechando que quien escribe estas líneas es Graduado en Historia. Aprovechamos para rendir un homenaje a Adolfo Vázquez Humasqué, la persona que fundó el Real Mallorca. Una persona que para muchos es un desconocido pero que a lo largo de su trayectoria vital hizo muchas cosas pero que muchos desconocen. Además, desde aquí pretendemos también lanzar la siguiente pregunta: ¿Qué diría hoy si hubiera sabido lo que en su día fundó como “El Alfonso XIII” llegó a jugar en la mejor competición europea de clubes? ¿Qué diría hoy si hubiera vivido los últimos años convulsos del Real Mallorca hasta la llegada de los norteamericanos?

Adolfo Vázquez Humasqué: Nacido en Barcelona (Villafranca del Penedés) en 1887 y fallecido en México en 1975. Ingeniero agrónomo de profesión vino a Mallorca a principios del Siglo XX dentro del contexto histórico en que en Mallorca tenemos un cambio de tendencia en la agricultura, es decir, se pasó de una agricultura basada en el cultivo de trigo, cebada y aceituna, que no desaparece pero mengua su consumo como agricultura de supervivencia y se tiende a cultivar otros cultivos que tienen una importante demanda exterior y pueden ofrecer un mayor rendimiento económico, hablamos del vino, las legumbres, la almendra o la patata. Vázquez Humasqué llega a Mallorca dentro de este contexto y es el momento, en que aparecen grandes asociaciones comerciales como la Cámara de Comercio, en la cultura es cuando surgen figuras ilustres como Miquel Costa i Llobera, Mosén Alcover, Joan Alcover, la prensa comienza a expandirse como La Almudaina fundada por Miquel del Sants Oliver o La Ultima Hora fundada en 1893, igualmente, surge una incipiente industria turística cuyo mayor exponente será en 1903 la construcción del Gran Hotel  o el nacimiento del Fomento del Turismo en 1905 y finalmente, en el deporte hay un movimiento de gente que comienza a interesarse por el Futbol, ya que en 1899 ya se había fundado el Barça o en 1902 el Real Madrid, así como otros deportes como pudiera ser el ciclismo, ya que en este mismo contexto se construye el Velódromo de Tirador.

Vázquez Humasqué fue en 1917 director de la Estación Enológica de Felanitx y de la Granja Escuela de Agricultura de las Islas Baleares.

Tras el advenimiento de la II República, el 14 de abril de 1931, Adolfo Vázquez ocupó diversos cargos en el gobierno y más concretamente, en el Ministerio de Agricultura siendo uno de los responsables de uno lo que se ha considerado como uno de los aciertos de la II República, concretamente la Reforma Agraria cuyo Director General fue el propio Vázquez Humasqué. Igualmente, Adolfo Vázquez Humasqué fue también gobernador civil de Jaén.

Por último, el propio Vázquez Humasqué destacó también por una incipiente labor cultural en Mallorca donde escribe la novela: “El Secreto de la Pedriza” en 1920 y esta novela sería llevada al cine en 1926 por el cineasta mallorquín Francisco Aguiló.

Para terminar esta sección, tras el Golpe de Estado contra la II República, perpetrado por los militares el 18 de julio de 1936, que provocó la Guerra Civil y entonces, como muchos españoles, Adolfo Vázquez Humasqué debió marcharse al exilio a México donde junto a otros exiliados establecieron sociedades para ayudarse entre ellos. En México permaneció hasta su muerte en 1975 y sin saber que su Real Sociedad Alfonso XIII es en 2018 el Real Club Deportivo Mallorca.

Adolfo Vázquez Humasqué y el Real Mallorca:

El propio Adolfo Vázquez Humasqué en el prologo de su libro: “Año y medio de Vida Sportiva” escrito por él bajo el seudónimo: “Trilobites” publicado en 1917 donde nos narra el nacimiento del Real Mallorca de la siguiente forma:

Una tarde presenciaba yo, en la Plaza de Toros de Palma, una becerrada benéfica, y allí vi a un oficiante de matador, alto, huesudo, bien plantado, que con gran valor y mucho arte cumplía con su cometido, siendo cariñosamente ovacionado por el público. Era Antoni Moner; me inspiró gran simpatía; ¿por qué? no sabré decirlo; de esa simpatía instintiva, de esa atracción que suele ser reciproca en el hombre y en la primera ocasión que se presenta, se convierte en sincera y solida amistad. Más tarde pude apreciar su habilidad en el tiro de pichón, y en virtud de esta buena disposición que hacia él experimentaba, deseé su triunfo, y el éxito coronó su esfuerzo, y mi deseo.

Cuando me metí en andanzas futbolísticas, Alberto Elvira, mi colaborador me señaló a Moner como antiguo aficionado, que había practicado el foot-ball en Palma y Barcelona, con gran éxito, y tras su cooperación me lancé. Estaba en el Circulo Mallorquín; atentísimo, me escuchó, y a pesar de no posee ningún titulo de recomendación para que accediese a lo que yo solicitaba, por deferencia a la súplica y simpatía a la idea, aceptó mi propuesta, y colaboró con todo el prestigio que rodea a su figura en Palma, y toda la valía de su personalidad anímica.

Moner es  de carácter rectilíneo; culto como corresponde a quien posee un título académico meritorio, inteligente y de férrea voluntad, es un ser de los que llegado el momento arrastran multitudes por la sinceridad de sus resoluciones y la simplicidad con que sabe exponerlas y ejecutarlas. El peligro le enardece; no busca impremeditadamente el conflicto, pero cuando se presenta no rehúye, haciéndole frente con valor y serenidad. Al querer él desechar la pereza de una vida  provinciana regalona, y entrar en la vorágine de la sociedad, llegaría muy arriba, en el campo de la ciencia, de la política o de cualquier orden de actividad que eligiese para el desarrollo de sus excepcionales aptitudes; no piensa en ello; y quizá esté en lo cierto; las luchas traen muchos sinsabores; la vida es efímera y hay que vivirla lo mejor posible.

No tiene enemigos; todos los que le conocen le quieren; Don Toni, como le llaman los humildes que lo respetan y lo veneran al mismo tiempo; Moner por antonomasia, cual si fuera el único de este apellido; como le decimos los demás, es una cumbre en la Real Sociedad Alfonso XIII de Football. Yo personalmente, le estoy sumamente agradecido por su valiosa cooperación, y cumplo un ineludible deber, al dedicarle este modesto trabajo de recopilación debiendo hacer constar, que, aunque en el Alfonso XIII no hubiera tenido satisfacciones -que a Dios gracias no han faltado- solo el hecho de haber logrado por intermedio de la amistad de Antoni Moner, me compensa de todos los sacrificios impuestos”. (Vazquez Humasqué 1917)

Estas palabras tan bonitas de Adolfo Vázquez Humasqué sobre Antoni Moner nos hablan de lo buena gente que debió ser el padre del del hoy Real Mallorca y en unas líneas nos cuenta también como se consiguió adquirir los terrenos del primer campo del club mallorquinista: El Campo de Buenos Aires (que estaba situado en la actual zona de General Riera y la esquina de Pare Bartomeu Pou) y que se inauguró en una fecha que está grabada para los mallorquinistas en sangre y fuego: El 5 de marzo de 1916 en un partido en el Alfonso XIII jugaba contra los suplentes llamado Victoria Eugenia donde los titulares ganaron por 5-1. En ese equipo formaron: Ferrá, Parpal, Castañer, Elvira, Llauger, Riera, Ramis de Ayreflor, Barbarin, Felipe y Socias. Ese cinco de marzo de 1916 nacía nuestro querido Real Club Deportivo Mallorca y 102 años le contemplan de alegrías y tristezas, de hazañas y desgracias y por donde han pasado muchos jugadores y se han forjado grandes leyendas.

Un 25 de marzo de 1916, el Alfonso XIII se enfrentaba al Futbol Club Barcelona en el campo de Bons Aires de Palma en el que los locales perdieron por 0-5 ante el Barça y que contó con una buena afluencia de público. Además, contó con la presencia de las autoridades insulares. El once que presentó el Alfonso XIII fue el siguiente: Ferrà, Ballesteros, Parpal, Calafell (¿Recordáis la película “100 Anys després” donde Hannah nos habla de su abuelo… llamado Calafell?), Llauger, Janer, Vidal, Quint, Ramis d’Ayreflor, Felipe y Llabrés.

Por otra parte, en el libro antes citado escrito por Adolfo Vázquez Humasqué, el “padre” del Real Mallorca nos cuenta lo siguiente:

Me rondaba por la cabeza la creación de una Sociedad de Football, pero sabía que el darle forma legal estribaba en la creación del campo, y estaba seguro de que a mi alrededor se agruparían un par de centenares de aficionados, en cuanto ese campo dejara de ser un producto de mi imaginación para convertirse en realidad. Y así fue en efecto: yo me había liado el manto a la cabeza como se dice vulgarmente y construía el campo. La voz corrió entre la afición, y empezaron a fluir footballistas que, a la vista del trabajo efectuado, solicitaban entrar en el naciente club”. (Vazquez Humasqué 1917) Estas palabras son el alumbramiento del Alfonso XIII o lo que es lo mismo: El Real Mallorca.

Por último, Adolfo Vázquez Humasqué fue presidente fundacional del club y su mandato fue aproximadamente de un mes ya que el 14 de abril de 1916 se celebró una Junta General en el local del club y se eligió presidente del Alfonso XIII a Antoni Moner.

 

Bibliografía y fuentes consultadas:

 

Casasnovas, Miquel Àngel. Història de les Illes Balears. Palma de Mallorca: Moll, 2007.

Redacción. «Hemeroteca La Vanguardia.» 26 de Marzo de 1916. http://hemeroteca.lavanguardia.com/preview/1916/03/26/pagina-6/33326173/pdf.html (último acceso: 23 de Noviembre de 2018).

Vazquez Humasqué, Adolfo. Año y Medio de Vida Sportiva por Tribolites. Palma de Mallorca: Tous, J. , 1917.

Vidal Perelló, Miguel, y Jordí Vidal Reynés. Un Siglo con el Mallorca. Palma de Mallorca : Comisión del Centenario del Real Mallorca., 2016.

 

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